Atenas (Grecia)
Desde Estambul fuimos camino de Atenas y pudimos disfrutar de algún espectáculo y entretenimiento en el crucero.
Una cosa bastante útil del crucero era el "diario de a bordo". Todos los días había que leerlo para poder disfrutar al máximo de las diferentes actividades que se hacía en el barco.
Al cambiar de ciudad y país se podían apreciar algunos cambios temáticos, como por ejemplo, la comida ofrecida. En el restaurante donde se cenaba por la noche y en los buffets libres (abiertos la mayoría de las horas que un pudieras estar despierto) se podían apreciar también los cambios temáticos.
Después de pasar la noche navegando, al empezar el día, al fin llegamos a Atenas. En la visita, nada más salir del barco, en el mismo puerto vimos unos autobuses turísticos esperando. Eso es lo primero que hicimos. Entre varios montamos en uno que tenía el idioma español y una guía que hablaba español y nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad, directos a la Acrópolis.
Cuando llegamos a la Acrópolis, el autobús turístico te dejaba en la parte baja, luego había que subir hasta la entrada.
La visita merece la pena, aunque sea simplemente por el hecho de estar allí andando a tus anchas, por entre esos lugares con tanta historia.
Yo, la verdad es que no me acordaba mucho de la historia d esos lugares, pero para eso también estaban los paneles informativos que te explicaba la mayoría de las cosas más detalladamente.
Otra opción, puede ser al igual que ocurría en Estambul, visitarlo todo por medio de una visita guiada, donde te explican todo con más detalle. Por norma general, esas visitas guiadas, las organizaban la misma empresa que se encargaba de llevar el crucero.
La entrada a la Acrópolis no recuerdo cuanto nos costó, pero sí se que es gratuita para personas con discapacidad (enseñando la tarjeta acreditativa).
En Atenas, yo por mi parte, junto con mi hermano y otros más conocidos del crucero, en vez de coger una visita guiada o excursión organizada, preferimos ir por nuestra cuenta y buscarnos un poco la vida para visitar lo más importante y volver a tiempo al puerto donde estaba el barco.
Como continuación a lo que había dicho antes, después de visitar la Acrópolis, fuimos andando hasta la parada del bus turístico de vuelta al puerto. Pero antes de coger el autobús decidimos dar una vuelta a pie por los alrededores, haciendo tiempo hasta que volviéramos al barco.
Bueno, pues eso es lo que dió de sí la visita a Atenas. Los lugares que pudimos ver en nuestra vista como tengo mala memoria y no quier meter mucho la pata, prefiero que el propio lector se lo imagine y en caso de que le apetezca pasarse por allí en algún momento, decida por sí mismo/a que le parece mejor para visitar.
Un saludo,
Vicente